El Gobierno nacional oficializó una reforma significativa del Código Aeronáutico con el objetivo de modernizar la normativa vigente y fomentar la inversión en el sector aéreo. A través del Decreto 338/2025, se eliminaron regulaciones que, en algunos casos, tenían más de medio siglo de antigüedad y que restringían la participación de capital extranjero, el uso de aeronaves de matrícula extranjera y la incorporación de tripulaciones no argentinas en operaciones dentro del país.
Entre los cambios más destacados, se habilita la utilización de aeronaves extranjeras sin la exigencia de contar con tripulación o asistencia argentina, lo que representa una modificación significativa en las reglas operativas. Además, se derogó la obligación de que dos tercios del directorio de las empresas del sector sean de nacionalidad argentina, permitiendo así la entrada directa de inversionistas internacionales sin intermediarios.
La Secretaría de Transporte, actualmente a cargo de Luis Pierrini, señaló que esta medida busca transparentar la constitución de sociedades con capital extranjero, que anteriormente debían ser representadas por terceras personas. Se mantiene como requisito el domicilio legal en Argentina.
Asimismo, se eliminaron los artículos 106 y 111 del Código Aeronáutico, que otorgaban al Estado el derecho de preferencia para adquirir activos de empresas que cesaban sus operaciones. Con esta reforma, la propiedad extranjera de aeronaves operativas en Argentina ya no estará condicionada por restricciones vinculadas al personal o al capital.
Otra modificación relevante es la incorporación de mayor libertad contractual para la matriculación de aeronaves. A partir de ahora, los contratos pueden celebrarse tanto en Argentina como en el extranjero, con total autonomía entre las partes, siempre que se inscriban en el Registro Nacional de Aeronaves y cumplan con los requisitos del Código Aeronáutico.
Estas reformas apuntan a simplificar el ingreso de nuevos actores al sistema aerocomercial, consolidando un mercado más competitivo que beneficie a empresas y pasajeros, ampliando la conectividad y las opciones de vuelo, siempre con prioridad en la seguridad operacional.