En los últimos días, desde el Instituto Patria —centro de pensamiento fundado por Cristina Kirchner— se impulsaron eventos como recitales y “puntos de encuentro” para visibilizar la campaña política “Cristina Libre”. No obstante, varios gobernadores peronistas de peso nacional optaron por no alinearse con la iniciativa, lo que provocó notable frustración en La Cámpora y en el círculo más cercano a la expresidenta.
Los mandatarios provinciales argumentaron que no desean comprometer sus estrategias electorales con una campaña que, aseguran, no refleja las prioridades ni la impronta política que buscan mantener en sus distritos. Esta postura transfirió tensiones al interior del peronismo, donde la expectativa era mostrar una unidad simbólica detrás del reclamo por los derechos de Cristina Kirchner.
La situación generó una fuerte sensación de soledad en el Instituto Patria, que había apostado a una movilización masiva en las provincias como señal de respaldo. En cambio, los gobernadores activaron su propio criterio político, desmarcándose de lo que perciben como gestos mediáticos sin impacto electoral real.
Aunque La Cámpora insiste en sostener la campaña con actos culturales y simbólicos, los protagonistas territoriales decidieron bajo la consigna de evitar “ensuciarse” con un proyecto que podría no aportar al fortalecimiento de la imagen peronista a nivel provincial. Según análistas, esto refuerza la división entre la dirigencia nacional y los líderes provinciales del PJ .
Este distanciamiento también alienta el debate dentro del peronismo sobre el balance entre el fervor militante y la estrategia electoral pragmática, especialmente en un año clave para la política nacional.